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1) La primera actitud que se adopta en una hamaca paraguaya es la de ponerse contemplativo. A uno lo invade un aire filosófico que hay que aprovechar.

2) Todo ha quedado lejos una vez que nos envuelve la hamaca paraguaya. Es bueno tomar distancia.

3) Las mejores ideas aparecen cuando se está en posición horizontal. Esto no está estudiado ni tiene asidero alguno, pero es así.

4) Se tiende a olvidar todo lo que uno imaginó acostado en una hamaca paraguaya. Esto parece algo malo, pero no lo es. En general las primeras ideas no son buenas.

5) El tiempo se hace más lento. Sabemos que la vida es corta, estirar el tiempo dentro del tiempo es una característica importante de las hamacas paraguayas.

6) Cuando uno no está acostado en una hamaca paraguaya desea estarlo. Otro aspecto fundamental.

7) Hacer nada, una acción que puede llevarse a cabo casi exclusivamente sobre una hamaca paraguaya y casi en ningún otro lugar del universo. Punto para la hamaca.

8) Nos encontramos con ganas de filosofar, extrañados, creativos, con tiempo, en el lugar donde queremos estar, ociosos… de esta forma no le servimos para nada al sistema productivo. Otro punto para la hamaca.

9) Fracasar, fallar en todo lo que se espera de nosotros. Tiene otro sabor sobre una hamaca paraguaya.

10) En una hamaca paraguaya pasamos a ser un personaje secundario. No tendremos ningún peso encima, pero a la vez, nuestra presencia es fundamental, tenemos una llave, conocemos la salida. Aún nos necesitan.

Fernando Canzani nació en Buenos Aires en 1982. Es escritor, poeta, dramaturgo y realizador audiovisual. Trabajó en cine, publicidad, dirigió videoclips y participó en la construcción de diferentes medios de comunicación alternativos, comunitarios y populares. En 2019 estrenó su primera obra “Amanda en la jaula”. En 2022 publicó “Onda expansiva” en Halley ediciones. Actualmente trabaja en la publicación de su primer libro de cuentos. Estudió la carrera de Ciencias de la Comunicación en la UBA.