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Lit-Pan entrevista a Fernanda Mugica
Nació en Mar del Plata en 1987. Publicó Alberta (2014) y Duraznos (2015). Es Profesora en Letras y becaria de investigación (Universidad Nacional de Mar del Plata). Es docente en secundarios. En 2016, obtuvo la Beca de Letras y Pensamiento del Fondo Nacional de las Artes. Distinciones: Mención 1er Concurso Nacional de Poesía de Rosario, por Un billete de mil australes encontrado en un libro de Carl Sagan; 2° Premio Municipal Osvaldo Soriano (2014); 2° Premio Provincial “Diagonal Literatura” de poesía (2016). Participó en la Bienal de Arte Joven de Buenos Aires (2017).
Entrevista por Diego Alfaro Palma
¿Qué libros te impulsaron a escribir?
Creo que muchos. Desde los primeros, que me leían mi madre y mi abuela antes de dormir cuando era niña, hasta libros leídos por obligación para rendir un examen. Casi siempre la lectura trae algún impulso de escribir –aunque sean notas en los márgenes. Pero sobre todo siento ese impulso lo encuentro cuando leo filosofía o cuando leo los libros de poesía de mis amigas –vivas y muertas, cercanas o no.
¿De qué enamorarse y de que no cuando se escribe?
¿Enamorarse? De todo, menos de una misma. Y sobre todo de las palabras. De lo que hacen entre ellas sin que una pueda hacer demasiado, de lo que hacen por una sin que sea posible entender del todo qué es.
¿Tenés algún ritual o rutina a la hora de escribir?
La verdad, no. A lo sumo, desocupar un poco la mesa. Ordenar un poquito el caos. Pero lo cierto es que escribo en huecos del tiempo de trabajo o cuando menos me lo espero. Me encantaría tener una rutina, pero las veces que me la he querido imponer no ocurre.
¿Por qué se publica un libro?
Es como un milagro muy complejo. Que muchos poemas se junten y encuentren una casa que los reciba…no sé si hay un por qué. Supongo que es el deseo de que ese libro llegue a lugares inesperados. También es una forma de quitarse algo de la escritura de encima: no seguir corrigiendo, no seguir acumulando archivos en la PC.
¿Cuál es el mejor consejo que te han dado respecto a la escritura?
Que no dé tanto por sentado (o por sentido). Porque a mí lo que me gusta de la escritura es algo que me parece que Florencia Garramuño explica muy bien: textos que encuentran en el afecto, en el momento del pathos más que en su relato, el lugar en el que se cristaliza en ellos algo como una ansiedad, una ansiedad por lo que Barthes llama “el momento de la Verdad” (cuando la cosa en sí es afectada por el afecto, no imitación, no realismo). Bueno, eso en la escritura no ocurre por arte de magia, hay que trabajarlo, hay que escribirlo, no basta con que a una las cosas le ocurran, la afecten. Entonces el mejor consejo que me han dado respecto de la escritura debe haber sido ese: que la trabaje.
Una recomendación a quienes están empezando
Que confíen en lo que escriban. Que no busquen recetas fáciles ni formas pre-fabricadas. Que no se dejen ganar por la dificultad. Y que encuentren momentos para la lectura y para el silencio (que es de lo más difícil últimamente).
