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Entrevista por Diego Alfaro Palma

¿Qué libros te impulsaron a escribir?

Pacha Pulai de Hugo Silva, El extraño caso del Dr. Jekill y Mr. Hyde de R.L. Stevenson, esos fueron los que me despertaron el bichito. Luego, en mi adolescencia, sin duda El Aleph de Borges, Bestiario de Cortázar, Dormir al sol de Bioy Casares...

¿De qué enamorarse y de que no cuando se escribe?

Creo que si uno no se enamora del acto de escribir es mejor no escribir. De lo que no habría que enamorarse nunca es de las primeras ideas que se vienen a la cabeza, porque suelen ser las más insustanciales, las menos honestas, las más comunes y más trilladas.

¿Tienes algún ritual o rutina a la hora de escribir?

Soy un gran defensor de los rituales. Hay que darle al proceso artístico cierta ceremonialidad, cierto respeto, que no sea lo mismo que sacar las cuentas del mes, si no termina trivializándose, como el resto de las cosas carentes de sentido que hacemos en nuestras vidas. Yo siempre escribo en cuaderno, con lápiz bic, sin computador. El compu es demasiado mecánico y el internet ha contribuido no solo a matar el oficio sino que a dinamitar la creatividad; el solo hecho de que con dos clics tengas respuestas para todo es en sí mismo la muerte de cualquier posibilidad imaginativa. Yo intento escaparme a algún cafecito que me parezca que tiene una bonita ventana, una terraza. Si estoy en mi casa busco un lugar piola, una mesa, una silla cómoda, me hago un mate.

¿Por qué se publica un libro?

Porque todavía queda gente loca en este mundo. ¿Por qué se siguen montando óperas?, ¿por qué se siguen juntando 80 músicos para tocar una suite de Rachmaninov de una hora, si en youtube un gil te saca un hit musical de dos minutos de un día para otro? Yo creo que tenemos que agradecer el que todavía existan personas románticas, locos lindos, a ellos les debemos lo poco que queda de poesía en un planeta dominado por el consumo. Para una pequeña editorial, un libro significa muchas veces un costo más que una ganancia. Y eso sumado a la baja de los índices de lectura en el mundo entero, el precio cada vez más alto de las materias primas...

¿Cuál es el mejor consejo que te han dado respecto a la escritura?

Escribe, que no te distraiga ni el libro que más se lee, ni el que menos, ni las críticas buenas o malas, ni lo que digan de tu obra, ni las redes sociales, ni la cacha de la espada. Escribe no más.

Una recomendación a quienes están empezando.