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¿Cuándo y cómo nació Caleidoscópica?
Caleidoscópica como librería nació oficialmente el 31 de octubre de 2019 cuando llegó el primer pedido de libros y comenzamos a mostrar la propuesta en redes. La idea se venía gestando hacía un par de meses. Caleidoscópica como página existía desde 2016, y era un espacio para compartir textos propios, reseñas, selección de poesías clásicas y contemporáneas.
En octubre de 2019 estaba en Madryn en un viaje que hice con mi mamá y terminé de tomar la decisión de armar la librería en casa. Empezó por las ganas de compartir ciertos libros que eran difíciles de conseguir en Esquel, y que sabía que tenían lectorxs esperándolos. En general personas como yo que compraban online y que apreciarían poder ver los libros en persona y conocer otros similares.
En ese viaje concreté el primer pedido, con Queen Ludd Editora. Fue un impulso. Chubut estaba, y sigue estando en medio de una gran crisis, yo en ese momento trabajaba exclusivamente en docencia, el contexto era muy tenso, con falta de pagos a estatales, medidas de fuerza, y sentí que necesitaba otra actividad. Siempre había querido tener una librería, y empecé a conocer la propuesta de las librerías en casa en diferentes lugares a través de redes y pensé que era una alternativa viable.
¿Cuál es la impronta de tu librería?
La librería nació con un doble enfoque: libros sobre teoría feminista y trans y poesía contemporánea argentina. Posteriormente incorporó narrativa contemporánea, en un gran porcentaje argentina. Este año comenzamos a trabajar teatro contemporáneo argentino.
Básicamente trabajo con editoriales independientes argentinas, de poesía, ensayo y filosofía, ciencias sociales y narrativa contemporánea.
¿Cuál es el enfoque que elegís para las recomendaciones?
Tengo dos enfoques para las recomendaciones: el primero es tener en cuenta a la persona que viene a ver los libros, en general conozco a muchxs de mis clientxs y les recomiendo en la línea de lo que pienso que puede coincidir con su búsqueda. Muchas veces cuando estoy seleccionando libros y mirando catálogos pienso en clientxs particulares.
Igualmente es inevitable que recomiende los libros que me impactan en lo personal. No lo puedo evitar, y también resulta que son los que más se venden muchas veces.
¿Sentís que los libros digitales son real competencia del libro en papel?
No lo siento así. En este momento la industria editorial está pasando por un momento extraño, por un lado vemos muchas novedades y se vienen librazos, por otro las ediciones son chicas, y muchas veces nos encontramos con que los libros se agotan y no sabemos fecha de reedición. Se vuelven difíciles de conseguir libros de reciente edición. Y muchas veces se recurre a los libros digitales, sin embargo por lo menos en mi experiencia, suele ser un último recurso entre mi clientela. Si bien los libros digitales tienen un uso ampliado y permiten tener a disposición material que no siempre se consigue, el libro en papel tiene total vigencia. Claro que hay personas que no lo consumen más, pero siento que son dos universos que conviven perfectamente. Incluso muchas veces luego de leer un libro en digital se busca conseguir su versión en papel.
¿Hay algún libro que te negarías a vender? ¿Por qué?
Hay muchos libros que elijo no vender. Más bien, al tener una librería pequeña con un enfoque específico, hago personalmente la curaduría de los libros. Traigo libros de editoriales independientes argentinas. Traigo libros que me siento orgullosa de recomendar. Y como me gusta decir, no leí todos los libros que vendo, pero no vendo libros que no leería. Tampoco traigo por encargue cualquier título, sino solo los de las editoriales con las que trabajo.
¿Qué es lo que más se está vendiendo hoy en día?
Este verano lo que más se vendió es novela contemporánea, nacional o internacional. Tenemos editoriales que están traduciendo libros increíbles, y también las novelas argentinas están pasando por un muy buen momento.
En Ig. @caleidoscopica_palabraeimagen
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