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La hija oscura (Reseña)
La hija oscura (Reseña)

La Hija Oscura - Reseña por Yhonais Lemus

Ficha Técnica: Directora: Maggie Gyllenhaal - Género: Película dramática - Guion: Maggie Gyllenhaal (basado en la novela homónima de la escritora italiana Elena Ferrante) - Protagonista: Olivia Colman - País: estadounidensebritánico-israelí - Disponible en: Neflix

 

Hoy más que nunca vale la pena preguntarse por la mujer y el cuerpo materno. “La abyección” fue introducida por la filósofa Julia Kristeva, en un libro titulado Poderes de la perversión. Ensayo sobre Louis-Ferdinand Céline publicado en 1980. Este término es concebido como un mecanismo psíquico que parte de conceptos psicoanalíticos freudianos y en menor medida lacanianos. La abyección, lo abyecto, se constituye desde un psquismo pre-objetal o pre-edipico donde Krsiteva ubica lo “semiótico”. De este modo, la abyección muestra, o se abre a, un espacio donde el cuerpo se configura antes de la total separación del cuerpo materno rechazándolo, y rechazándose, para elaborar un yo; se trata de un acto de violencia para ser.

Destaco este término porque Kristeva nos habla de un yo inicial que pone el carácter del placer por encima de cualquier otro y es lo que vemos en la Película La hija oscura que dirige Maggie Gyllenhaal y protagoniza Olivia Colman. La hija oscura es un drama que relata las vacaciones de verano de, la profesora universitaria de Literatura Comparada, Leda en una isla Griega. Lo que parece ser un viaje de disfrute y dispersión se convierte en una pesadilla cuando la insoportable familia de Nina, Dakota Johnson, toma los espacios. Leda recuerda episodios puntuales de su pasado, la relación con sus dos hijas, cuando observa a Nina y el comportamiento rebelde de su pequeña hija; estos episodios le generan nerviosismo; cierto descontrol que es marca de algo velado; una información que se le oculta al espectador.

La relación madre e hija se presenta en constate conflicto de allí que entendamos la abyección como eso que se descompone al ser expulsado incorporándose en un propio yo sobre un resto que le es ajeno. Tanto para la madre como para la hija el placer está en la distancia, en la separación de un cuerpo de otro. Leda, aunque parece disfrutar de sus hijas, consigue el estado de plenitud alejada de ellas y esto le genera culpa dado un sistema social y cultural donde el valor simbólico de la mujer está directamente relacionado con el papel de la “buena madre”, ya que estos protocolos naturalizados han sido durante siglos, por el común, poco cuestionados.

La película que se hace tan asfixiante como La Ciénaga de Lucrecia Martel, que no parece concretar ningún argumento fijo, muestra, a través de la marca femenina, lo materno como una entidad semiótica; pre-lingüística anterior a la autonomía del lenguaje introducida por “el padre”, traza una categoría “pre-paterna” donde el goce es la pérdida del vínculo afectivo madre-hija, y es en esa pérdida donde el yo de Leda tiene identidad.

La hija oscura nos hace ver ciertos aspectos de la madre atravesada por la falta y cómo esta produce estragos de manera inconsciente con las acciones que siempre causaran efectos. También nos hace reflexionar sobre cómo la relación madre-hija está acentuada en los roles, funciones, o ideales que se esperan de ella. Se puede decir que la película muestra la relación madre-hija fuera de ese ideal social y cultural del amor absoluto y sacrificado. Muestra a una mujer que emerge de la madre desatando muchas veces hostilidad y rivalidad en la relación con otra mujer; la hija.

IG @yhonaislemus

yhonaiselcarmen@gmail.com

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