Fotos, Plástica, Otros.
Budapest. Esta foto la tomé en 2012. La música de ese violín sonaba a despecho de todas las bullas existentes; pude notarlo apenas llegué, porque cerca, muy cerca, había un contingente de italianos que no paraban de hablar -respetando furiosos el estereotipo- a los gritos.
Pero la mujer, interpretaba los sones clásicos de algún tema que mi ignorancia no me permitía saber de cuál se trataba; se sobreponía además a otros estrépitos, tan fastidios como el de los tanos: otros y otras, entrechocaban vasos, tenedores o cucharas. Poblaban las mesas de bares y restaurantes, los habituales colonizadores de canteros y veredas.
Con eso ya era suficiente para admirarla, hasta que…, dos tranvías cruzaron a sus espaldas (uno iba hacia el norte y el otro hacia el sur); el chirrido de los boggies sobre las vías parecieron ahogarse, ante los ecos de aquellas cuerdas mágicas.
Entonces esperé, con la cámara de fotos lista, seguro llegaría un tercero…
Horacio Esber