Libros de Otres
Espacio de supervivencia
Otra forma de amarnos
Autor: Tomás Guala
Género: Poesía
Editorial: Halley Ediciones
Yhonais Lemus
Fluir como el agua de un río que nada lo contiene; fluir sin apegos a ninguna orilla, asumiendo la vida desde el desprendimiento es parte de ese estar/ser contemporáneo que asume nuevas formar de relacionarse con el/lo otro; un cambio de actitud en las relaciones humanas que responde a nuestra sociedad globalizada. Es de este modo cómo el sociólogo polaco Zygmunt Bauman nos introduce en la noción de flexibilidad o liquidez en la cultura, en el amor: en todos esos protocolos naturalizados de nuestra especie. Para Bauman las alianzas tenues o fugaces son "políticas de vida" que muestran un espacio inestable donde acontece la paradoja de los sentimientos en tiempo de disolución.
Si bien, se puede ser crítico ante esa ruptura entre las elecciones personales y las acciones colectivas, hay un tipo de liberación del yo con lo otro, un recorrido y aprendizaje solitario que es emancipador y es por eso que quiero hablar de la poesía de Tomás Guala y de su último libro Otra forma de amarnos, en éste la voz lírica se entrega al lector en forma de río, a veces con la corriente más agitada y otras más serena, que fluye de diversas partes hasta llegar al mismo cause.
Se trata de un contenido flexible, pero no por ello poco consistente, de un recorrido iniciático de búsqueda y encuentro: “Vivo/ creencias/ que no creo/ ideas de otros.//Espero algún día/ ser mi propio autor.” El yo lírico se juega en el mismo acto de enunciación; se va elaborando en los mismos versos y en esa incertidumbre del ser y la búsqueda de identidad: “A veces/ sé quién soy/ otras/ no tanto/ sólo acierto/ cuando/ lo niego.”
El fracaso, la falla, se asume como parte del crecimiento o simplemente como parte del mismo recorrido: “No podemos/ negar/ un acto fallido.//Êl es el poema./ Habla por nosotros.” La poética de Guala escapa de las abstracciones o del tratamiento artificioso de la palabra para centrarse en las reflexiones o aforismos desde una perspectiva humilde porque duda todo el tiempo y esto la hace sensible y aprehensible por el lector. No hay opacidad en el uso del lenguaje por eso las imágenes son reflejo de la realidad.
El ritmo en los poemas da una sensación contemplativa que deja el tiempo y el espacio justo para la meditación de ese bálsamo que nos entrega el poeta: “apegarnos a cosas y personas/ que vinieron a este mundo/ a iluminarnos.” La palabra tachada se permite errar, dudar, estar equivocada pero de todas formas se muestra. Los versos son precisos y sin pretensión, simplemente presentan una formar de ver y asumir el mundo desde el aprendizaje y el descubrimiento:
ya no digo siempre
ya no escribo nunca
ahora
simplemente
me abstengo
sólo un tiempo
del deseo
le canto al infinito.
El ahora se presenta como espacio para la reescritura que deviene en la propia creación. El canto de la voz poética se transforma en la fuente de la representación personal e íntima que puede identificarse con la angustia del imaginario colectivo, sin embargo, el autor es capaz de impregnar la escritura con su particular estilo directo y abordar, de este modo, todos los temas y obsesiones recurrentes.
En Otra forma de amarnos prevalece cierta angustia a la finitud o a la muerte a las cuales el orden de la poesía no puede poner límite: “de huir a pie sin poder cantar/de perder de vista mi rastro/de dejar de ser la mitad de algo/ de la muerte hasta acá.” (More Gemma) La salida poética tiene una función de sutura, como reparación de los sentimientos más profundos. La escritura será el terreno donde el deseo de lo real permanece en un estado de tensión con el deseo de la utopía, configurando un entrelugar entre el poeta y la palabra como espacio de supervivencia.
@yhonaislemus