Música
Reseña realizada por Flor Soler
Se cumplieron 10 años del último recital de Gustavo Cerati. El 15 de Mayo de 2010 se presentaba en el Campus de la Universidad Simón Bolívar, en Caracas, Venezuela, como parte de la Gira Fuerza Natural. Fue un show mítico, no sólo por la dimensión del éxito de aquella noche (con un público venezolano totalmente rendido a los pies de Gustavo), sino porque además, fue el concierto que culminaría con la extraordinaria historia musical de uno de los artistas más transcendentes del rock en español.
Hace diez años Cerati subía al escenario por última vez. Luego, emprendería algún viaje intergaláctico para demostrarnos que no iba a irse nunca. No lo sabíamos, no hubiéramos podido concebir semejante disparate del destino. Tal vez él sí lo sabía, puesto que nos dejó toda su “Fuerza Natural” en su última gran obra maestra con canciones que, más tarde, dieron la sensación de ser premonitorias.
«Más solitario que Ahí vamos, más celebratorio y asimismo con una alta dosis de alarma ante los fenómenos naturales. Se iba a llamar Viento, al final quedó Fuerza Natural. No tiene un mensaje ecológico, pero habla justamente de las fuerzas naturales internas y externas, las invisibles y las cotidianas», explicó en ese entonces el ex Soda Stereo acerca del disco. Ironía de la vida, nos regaló todas esas canciones maravillosas que, después de su descompensación, terminamos cantándole nosotros a él para que se despierte. Le rezábamos a aquellos chicos del espacio, al universo o a quien sea en su nombre. No se despertaba. Pasaron cuatro largos y dolorosos años. No se despertó. No lo entendíamos. Es probable que nunca lo entendamos. Pero él ya nos había dado TODO. Por eso es tan difícil, después de él medir los sonidos y la poesía. Nos dejó la vara muy alta. Tuvimos que aprender a vivir con eso, aferrándonos al inmenso legado que nos dejó con su obra maravillosa y a su luz que no dejará de pulsar jamás. Gustavo se fue por la puerta grande y se quedó para siempre. Y nosotros fuimos médanos, fuimos témpanos. Y él fue y será, siempre, el vértigo en la eternidad.
Ver: https://youtu.be/djkwc9JZjlI
Florencia Soler es poeta y melómana empedernida. Nació en Quilmes, Buenos Aires hace 32 años. Es autora de NG, Un diario de delirios (Halley Ediciones 2019) y La sonrisa de los sauces (en proceso de edición).