Textos de Otres

Hoy hice budín
y también aprendí a hacer leche de coco.
Estuve leyendo un rato,
bailando,
ordenando,
sacándome fotos, como verás.

También estuve pensando en vos y en nuestro reencuentro.
Pensé en una tarde en las sierras tomando mates,
en un río o en un mirador.
Puedo hacer de nuevo el budín así lo probás y me decís qué opinás, ¿querés?
Tiramos una manta y nos miramos un rato.

En algún momento del día (ya no sé cuál, se me borró la percepción que distingue los días)
me sentí confundida.
Es como si transitara una rutina de improvisación constante
y nunca se me dio bien improvisar. Creo que tampoco escribir, fíjate.
(Capaz por eso me río)

¿Sabés qué más me confunde?
La poesía.
Me genera como un nosequé,
me traba y me distrae.
Ya le voy a pedir a mi amiga que escribe que me explique,
capaz pueda entender un poco y capaz no haya nada que entender.

También me distraigo cuando me piden que lleve la sal o el aceite a la mesa,
o cuando me pongo a pensar en una realidad paralela
o cuando te miro a los ojos.
Sí, hay cosas que me distraen rápido.

Mirá,
yo te quería contar lo que hice hoy y terminé confesándote que te extraño.
Y si no lo había hecho: te extraño.

María Sella