Textos de Otres

1. De frente a la pared, el mundo ocurrirá a tus espaldas. Vas a poder escucharlo, incluso olerlo. Las imágenes se te revelarán, como una cascada en un paisaje sin tiempo, y creerás que soñar también es eso.
2. De frente al mundo, deberás contener el impulso de cambiarlo. Frenate, observalo. Por la mañana podrás escribir unos poemas geniales.
3. Hace no mucho, hice un curso de RCP. De costado, al lado opuesto al corazón, es la posición ideal para salvar una vida. La sangre fluye mejor, el cerebro evita dormirse y el estómago, ese sensible engranaje de nuestro hardware, trabaja a destajo por poner de nuevo en marcha la maquinaria.
4. De costado, tomando la forma de la cuchara, entre el mentón y las rodillas, hay un espacio maravilloso, infinito y cálido, dónde se puede alojar el cuerpo del amor.
5. Para hacer esta columna, me posicioné, efectivamente, de lado. Allí, donde mi visión alcanzaba, sólo había un espacio vacío. No pude alcanzar el sueño apretado por tiempos anteriores, atávicos. Dormir, aunque pueda parecer lo contrario, es una tarea que sale mucho mejor si se hace de a dos.
6. Alguna vez, dormí en el banco de una plaza. Allí, claro, la única posición es de lado. No alcanzaba mi propio cuerpo para soportar el frío, aunque me envolviera con mis piernas. Sobre una madera rota, con liquid paper, alguien había dejado su blog. Procuré, con todas mis fuerzas, estar despierto al día siguiente para leer lo que aquel escritor quería decirme.
7. La posición perfecta: De costado, una pierna un poco más adelantada que la otra. El peso del cuerpo no recae sobre la columna. Una mano abrazando un almohadón, la otra entre la oreja y el colchón, haciendo un huequito. Prestá atención. Escuchá al mar.
8. Posicionarse a un lado, cualquiera sea, tiene que ver con abandonar la tibieza. Tan solo eso, me dice que sos parte imprescindible del mundo. Con esas personas me gusta conversar.
9. La relación con los libros, como cualquier vínculo, se debe tomar con seriedad y método. De lado, podrás seguir la lectura de tu libro sin que se te caiga en la cabeza ni que te duermas sobre él. Incluso, podrás continuar con la lectura mientras dormitás hasta que el libro se meta en tus sueños. Forma parte de las cosas mil increíbles que un vínculo así te puede dar.
10. Siempre es más lindo pensar en la persona que te gusta de lado, dispuesto a que venga a cubrir el hueco que abriste en el punto 4. Y que el sueño llegue, así como así, durmiendo de lado, esperando.

Ramiro Cachile nació en las afueras de la ciudad de La Plata, entre zanjas, pelotas de fútbol y carreras en bicicleta. Luego llegó el asfalto y, con él, los libros, las chicas y el vino. Estudió la licenciatura en Comunicación Social y dejó por la mitad. Publicó en medios como Clarín y Sudestada. Es autor de Devenir, un poemario editado por Halley. Escribe cuentos y novelas.

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