Libros de Otres
Reseña de Mariana Kruk.
Todo poemario es en gran parte autobiográfico, el poeta no puede escapar de sí mismo, no debe hacerlo, de hecho. Bailar es revolución en la era del mal (Caleta Olivia, 2019) de Esteban Castromán no oculta en ningún momento esta intención. Sus poemas narran. Y todo lo que narra contiene poesía. Este libro es una biografía musical de su autor. Poemas como tracks de un disco que sacude, versos como melodías de canciones de esas que a veces te hacen mover el piecito y otras te invitan a sentarse en un sillón con todo al palo, la vida de uno mismo al palo: noches para el recuerdo y noches para el olvido, recuerdos claros de hechos distorsionados, los debates importantes, ¿qué beberemos esta noche? ¿dónde? ¿entramos en el bar de esa esquina o vamos a ese boliche? Tal vez lo mejor sea, simplemente, deambular. ¿Por qué hay que elegir? Si podemos todo. Y Castromán hace todo.
La poesía oscila entre aeropuertos, ciudades, barras, boliches, el amor cuando aparece, se instala y suena. El amor también cuando alguien le pone stop: “incluso me recuerdan a vos/ canciones que jamás/ escuchamos juntos.”
Mediando el libro una serie de versos hacen resumen, pero también son bisagra, impulso para lo que sigue: “hechizo/ trip /marco teórico/ gin tonic con pepino/ terrorífico/ vértigo/ interruptor/ desborde/ pacto/ siesta/ esplenditud/ malignidades/ estribillos/ denso/ intro/ fuego/ perfume/ oscilaciones/ hilo conductor/magnetismo/ x 1000/ engualichamiento/ sincronía/ barras/ ay/ inevitable/ cita/ piyama/ resaca/ game/ proyectual/ deseo/ cronología/ estrella/ perspective/ listitas/ ESO” …Y lo que sigue es estallido. Una nueva decisión crucial, pasar del Industrial al Bachiller, dejar de ser un alien solitario, continuar sin intenciones de “abandonar este nuevo planeta”
Suena Castromán en este libro, e invita a bailar porque sabe que esa es la verdadera revolución en la era del mal.